La técnica y el arte de la destilación consisten en regular el aporte externo de energía (calor), para conseguir un ritmo de destilación lento y constante, que permita la aparición de los componentes aromáticos deseados en los momentos adecuados.
La destilación se desarrolla en dos fases: la vaporización de los elementos volátiles de los orujos y la condensación de los vapores producidos.
Durante la condensación pueden distinguirse tres fracciones, que aparecen en el destilado en este orden : cabezas (con graduación alcohólica superior al 70% vol.), corazones (entre el 70% y el 45% vol.) y colas (menor de 45% vol.). Esta fragmentación es arbitraria.
La destilación se puede realizar con diferentes aparatos de distintas características, aunque el reglamento de la Denominación Específica Orujo de Galicia admite solamente tres tipos; de fuego directo: alquitara y alambique, y otro por arrastre de vapor.